no surprises...

Cuando uno siente que el factor sorpresa ha desaparecido de la vida ¿qué se hace?
Siento que quedo a medias con todo por que simplemente nada lo puedo hacer completamente bien, por que tomo las decisiones incorrectas a sabiendas, porque me expongo a la mierda que me daña concientemente, porque anhelo cagarla de una buena vez y que todo termine en un gran estallido… lamentablemente mi big bang se demora en llegar, sé que estoy en un punto de no retorno pero no hago nada, nada más que no sea ir a la u, estar el mayor tiempo posible en mi cama con mis cuadernos encima repitiéndome mentalmente que debo estudiar por que se vienen las solemnes porque hasta el momento – y muy a mi pesar por supuesto – las cosas no han ido de lo mejor, la responsabilidad me mata y mi conciencia me sentencia. Anoche de tanta preocupación no pude dormir, la verdad sentía una mezcla de muchas cosas pero la preocupación era lo que más espacio ocupaba: preocupada por la cita del dentista que tenia hoy en la mañana, por las clases de internacional y esa bendita noticia que lunes a lunes hay que llevar por si aca te llegan a nombrar entre los tantos alumnos del curso, por la prueba de civil que di hace ya casi una semana y me torturaba y me torturaba pensando en que respondí mal, que por qué pensé tanto, hiperventilarse en una prueba hace mal, que por qué tomo tanto café, el por qué se me apagó la tele el jueves, por qué lloré por tanta guevada… por qué mi compañero que nunca antes en su vida me había hablado tanto tuvo que decirme esas palabras que no paro de repetirme: “eres una mujer tan seria que das miedo” MIEDO!!!, no puede ser, aun mi desconcierto no me abandona y sigo pensando en el tema…
Me siento flotando en la incertidumbre y no hago nada, nada, nada, entonces comienzo a repetirme que a mi edad estas cosas no debieran suceder por que claro, los veinte es la edad que todos quisieran volver a vivir, como una vez me dijeron: vida de adulto con una cuota mínima de responsabilidad ¿qué más puedes pedir?, hasta que al final, escuchando the flame de Cheap Trick el sueño de a poco comenzó a invadirme, eran casi las cinco, tenía que levantarme a las 08.00 para estar a las 09.00 en el dentista y claro como lo había supuesto… el dentista me hizo esperar una vez más.