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Hoy fue un día de cagazos, me entregaron mi nota de procesal y era un 2.0, si un flamante 2.0, hace tanto tiempo que no me sacaba un dos que hasta había olvidado lo que se sentía, no tuve otra reacción que reírme y pensar “como cresta soluciono esta cagada”, claro, por que si te sacas un dos ¿es por que la cagaste no? y empiezas a pensar y sobre todo a cuestionarte que debiste haber estudiado más y cosas por el estilo, la verdad estudié mucho para esa prueba y creo que el curso causal hubiera seguido igual aunque hubiera estudiado dos años antes para esa prueba, el problema real es que mi mente se ha vuelto vaga y he perdido el rumbo en reiteradas ocasiones, pienso y pienso cosas que tal vez ni siquiera debiera plantearme, pero lo hago, me miro y me miro al espejo como si no conociera las líneas que dibujan mi cara, todo lo cuestiono y me pregunto de nuevo cosas que supuestamente yo ya me había contestado. Debo confesar que además he hecho cosas estúpidas como comunicarme con mi “ex” (quien me conozca bien sabrá de cuál estoy hablando) y es que aunque sé que la curiosidad mató al gato no puedo dejar de saber de él, si está bien o no, qué se yo!, lo que si es cierto es que lo que hice se debe concretamente a que es un imperativo de mi conciencia el querer saber de la existencia de ese hombre cada cierto tiempo, por lo general 6 meses y volver a hablar con él me deja tranquila, craso error como diría mi profesora jefe de la media, pero ya lo hice y como dice mi amiga la Estefi “lo hecho, hecho está y ya no me puedo arrepentir”, además debo tratar de ser más coherente con mi doctrina de “prefiero arrepentirme de lo que hago que de lo que no hago”. Es nefasto, realmente incomprensible, pero así soy, recuerdo que Germán, un algo así como amigo de Santiago en una ocasión me dijo que él lee mi blog para tratar de entenderme… después de tantas tonteras que escribo, estoy segura de que no podrá.